Cómo manejar residuos en obra de forma responsable
En una obra de adecuación comercial en Mérida, todo parecía ir bien hasta que, al terminar la semana, el patio trasero estaba lleno de costales rotos, maderas apiladas sin orden, botes de pintura abiertos y toneladas de escombro sin clasificar. El cliente preguntó con molestia: “¿Esto también es parte de la obra?”
Sí lo era. Pero no debería serlo.
El manejo responsable de residuos en obra ha sido históricamente un área olvidada, aunque hoy es una obligación profesional, económica y ética. No se trata solo de cumplir con la ley: es proteger al equipo, al entorno y al propio proyecto.
La realidad del problema
El Banco Mundial estima que la construcción genera más del 30% de los residuos sólidos urbanos en muchas ciudades del mundo. En México, el Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático (INECC) calcula que el 70% de esos residuos no se reciclan ni se gestionan adecuadamente, terminando en tiraderos clandestinos, cuerpos de agua o incluso banquetas.
Esto no solo daña al medio ambiente, también genera riesgos operativos: accidentes, retrasos, sanciones administrativas y pérdida de reputación. Como explica Charles J. Kibert en Sustainable Construction: Green Building Design and Delivery, la sostenibilidad en obra empieza en cómo gestionamos lo que desechamos.
¿Qué significa manejar residuos “de forma responsable”?
No se trata solo de contratar un camión para llevarse el escombro. Es implementar un sistema integral de gestión de residuos, que contemple prevención, reutilización, reciclaje y trazabilidad:
- Clasificación en sitio → separar orgánicos, inorgánicos, peligrosos, reciclables y reutilizables.
- Almacenamiento adecuado → zonas señalizadas y protegidas para cada tipo de residuo.
- Reutilización de materiales → madera, acero, block o cemento reincorporados a la obra.
- Reciclaje con terceros certificados.
- Documentación → bitácoras, recibos de recolección y evidencia fotográfica.
¿Cómo aplicarlo en un proyecto real?
La gestión de residuos debe planearse desde la gerencia del proyecto. Esto implica:
- Presupuestar contenedores y traslados.
- Asignar responsabilidades en el equipo.
- Coordinar con recicladoras o centros de transferencia.
- Capacitar al personal en campo.
En Confector, integramos un checklist de residuos en el cierre semanal de obra. Gracias a esto, hemos identificado patrones de desperdicio, reutilizado más del 30% de materiales en nuevas adecuaciones y reducido el volumen de residuos por metro cuadrado construido.
El impacto económico: gastar menos tirando menos
El informe The Economics of Waste Management del International Resource Panel confirma que cada tonelada reutilizada puede representar hasta un 60% de ahorro frente al costo de eliminarla.
Además:
- Se reducen viajes al relleno sanitario.
- Mejora la productividad en obra.
- Se minimizan conflictos con vecinos o autoridades.
- Un sitio limpio transmite profesionalismo y genera confianza en el cliente.
El marco legal en México y la península de Yucatán
La Ley General para la Prevención y Gestión Integral de los Residuos exige a las constructoras documentar y responsabilizarse por sus desechos. En Quintana Roo y Yucatán, los reglamentos municipales incluso obligan a registrar el volumen y tipo de residuos a mover.
Ignorar estas normativas puede derivar en multas o clausuras.
Una nueva cultura constructiva
Manejar los residuos no es una moda: es una evolución necesaria en la industria. Es dejar de ver los sobrantes como “basura” y empezar a verlos como indicadores de eficiencia.
Como afirma William McDonough en Cradle to Cradle: Remaking the Way We Make Things:
“Los residuos no existen, solo materiales mal diseñados.”
Un proyecto limpio y ordenado refleja eficiencia, profesionalismo y visión a largo plazo.
Confector: obras limpias, seguras y sostenibles
En Confector integramos la gestión de residuos en nuestros procesos de supervisión de obra civil y auditoría técnica, garantizando proyectos más eficientes, seguros y responsables con el medio ambiente.